LUIS ZARCO VENCE EN LA CATEGORÍA DE CADETE CELEBRADO EN SANT ANDREU DE LA BARCA DE BARCELONA Y SE ALZA COMO NUEVO LÍDER DEL OPEN DE ESPAÑA DH.
Barel (Mondraker) gana por fin el descenso de Sant Andreu
Ocho décimas han servido al francés Fabien Barel (Mondraker) para lograr una ansiada victoria en el descenso de Sant Andreu sobre Bernat Guàrdia (Massi), con el que se iniciaba el Open de España de Descenso. Berni no ha podido repetir el triunfo conseguido el año pasado, pero se mostraba satisfecho con su actuación. El tercer lugar del podio ha sido para el compañero de equipo de Guàrdia, Iván Oulego, que estrenaba en Sant Andreu el nuevo prototipo de la Massi Toro DH
Cabe destacar de nuevo el elevado número de corredores inscritos, casi 350, pese a las fuertes lluvias caídas a lo largo de los días previos de la carrera, y la numerosa presencia de público, que no ha querido perderse el estreno del Open de España de Descenso
Y es que gracia al gran trabajo organizativo, todo ha salido a pedir de boca y el circuito, pese a la tromba de agua que no perdonó la jornada del sábado, ha ofrecido unas óptimas condiciones para la celebración del XII Gran Premio Marzocchi, ya que el sol ha lucido con fuerza todo el domingo.
Todos los ganadores
Los otros vencedores y, por extensión, nuevos líderes del Open de España DH han sido Eva Castro (Specialized-Mammoth) en féminas, Iraitz Echebarria (Betibehera de Barakaldo) en sub-23, Mario Pérez (Cicles AB Castelló) en júnior, Luis Enrique Zarco (Bike Motril Granada) en cadete, Xavier Temporal (XSC-BTT Trinxacadenes) en máster 30, Carles Barcons (Dew) en máster 40, Antoni Prat en máster 50, Jordi Simó en rígida y Álex Marín en infantil. Todos y cada uno de los corredores han alabado la labor de la organización, OM Bicis y Moto Club de Sant Andreu de la Barca, debido al gran trabajo que han tenido que realizar, en unas condiciones realmente duras. Las mejoras introducidas en el circuito gustaron, y éste aguantó muy bien los muchos litros de agua que cayeron sobre él. Los descenders tuvieron que emplearse a fondo sobre un piso cambiante, resbaladizo a ratos, y que en la segunda manga, como nos indica Iván Oulego, era cinco segundos más rápido.
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